sábado, marzo 19, 2011

Libia ¿Revuelta popular? Nuevos datos.

Pregunto



En este artículo se ofrecen enlaces a noticias de fuentes fiables de cuya lectura se concluye que, en 2009, Gaddafi presentó un plan que incluía estos tres puntos principales:
1- Nacionalización de los hidrocarburos.
2- Desmantelamiento de la burocracia ministerial y gestión directa del ejecutivo por órganos populares.
3- Distribución directa y equitativa de los ingresos del petróleo a los ciudadanos.
La cúpula de poder se opuso a este plan y logró que el Congreso Popular votase por un aplazamiento de su puesta en marcha.

Por fortuna parece que el peso ineludible de los hechos y la reflexión están permitiendo rectificar a buena parte de esa izquierda que aplaudía demasiado irreflexivamente las inexplicadas revoluciones norteafricanas y en especial la de Libia. Se llamaba conspiranoicos a los que veían en ellas nuevos casos de golpe de estado blando organizados por las transnacionales. Como ya en un post anterior me referí a un artículo de Santiago Alba para ejemplificar esta postura, hoy vuelvo a referirme a otro artículo suyo, publicado ocho días después, en el que se aprecian notables cambios. No lo hago con el fin de dejarlo en evidencia. Al contrario, valoro la capacidad de rectificar o de evolucionar en las ideas y espero, además, que esa evolución no se detenga, ni en él ni en nadie.
El primer artículo es del día 24 de Febrero, y el segundo es del 4 de Marzo.
Se aprecia cómo Alba ahora ya acepta que las conspiraciones no son ni fantasías ni excepciones, sino el funcionamiento estructuralmente inevitable de la política internacional. Ojalá algunos lo tuvieran más en cuenta: Herodoto o Tucídides ya tenían muy claro su papel fundamental para explicar sucesos históricos. También se aprecia que ya no descalifica a Gaddafi de forma tan dura. Si el día 24 de Febrero consideraba improbable una invasión de la OTAN, el día 4 la considera un riesgo tan probable que la prioridad del izquierdista es oponerse a ella. Una prioridad, por cierto, que coloca por encima de la de derrocar a Gaddafi. Ni que decir tiene que ya no menciona lo de los bombardeos a manifestantes en Trípoli. Por si alguno, después de todas las evidencias que han ido apareciendo, aun lo pone en duda, puede preguntar a los delegados de la UE que visitaron ayer la capital Libia.
Mi agradecimiento y respeto por los que saben rectificar. Santiago Alba hace honor a su condición de filósofo.
No obstante, la idea que Santiago Alba sigue manteniendo y que muchos de nosotros, sin embargo, no compartimos es que la revolución contra Gaddafi es realmente una revolución
La idea de que las revueltas populares en Libia poseen un genuino caracter popular, es decir, que no han sido provocadas, organizadas, mantenidas por servicios de inteligencia del imperio es una idea que no sostiene con argumentos. En su segundo artículo, repite en varias ocasiones que el pueblo libio tiene derecho a derrocar a Gaddafi. No voy a entrar a discutir hasta qué punto el puesto que ocupa Gaddafi es legítimo, es decir, hasta qué punto emana de la soberanía popular. Digamos solo que, como mínimo, es tan legítimo -si no más- que el de nuestro monarca.
Pero lo que voy a intentar demostrar aquí es lo extraño que resultaría afirmar que Gaddafi no goza de apoyo popular en Libia, a tenor de los datos que voy a ofrecer. Es más: tales datos indicarían que son más bien ciertas élites de poder del país las que tendrían motivos para desear derrocarlo.
Si bien podrían buscarse datos en varias áreas de la vida política libia, está claro que el área decisiva es el petróleo. Aunque se ha repetido hasta la saciedad, recordemos que Libia es la principal reserva petrolífera de África y que se estima que aun no se ha explotado ni la tercera parte de sus recursos.

La National Oil Company.
1970-1973
La National Oil Company (NOC) es la empresa pública libia encargada de gestionar las riquezas petrolíferas del país. Está controlada directamente por el Congreso Popular Libio. Fue creada por Gaddafi un año después de la Revolución que derrocó al rey Idris. En 1970 las multinacionales petroleras que se enriquecían libremente con los recursos energéticos libios, Esso, Mobil, Texas Gulf, etc, fueron obligadas o a marcharse o a acatar unos Acuerdos de Reparto de Producción (ARP). Un ARP es un acuerdo por el que el estado permite a una compañía petrolera privada operar en su territorio a cambio de pactar un reparto de la producción entre el estado y la empresa privada.
La política petrolera del régimen libio a partir de los 70 consistió en nacionalizar progresivamente más pozos petrolíferos a través de la empresa pública NOC y en pactar ARPs cada vez más beneficiosos para el estado con una pluralidad de petroleras de muy diversos países, en lugar de con unas pocas, lo cual parece suponer una clara estrategia de "divide y vencerás". No hace falta decir que esto indignó a las transnacionales. Pero lo que realmente colmó el vaso de su imperial paciencia fue el embargo que en 1973 Libia y otros países árabes decretaron contra los países que financiaban la política genocida de Israel contra los palestinos. De entre los países embargados estaba EE.UU. El embargo se prolongó hasta Marzo de 1974 y el único país que se negó a levantarlo fue precisamente Libia.
1973-1992
Desde entonces, la presión de EE.UU. fue en aumento. Sólo el apoyo de la URSS libró a Libia de una invasión. En 1982 los EE.UU. decretan un bloqueo comercial a Libia. En 1984 perpetran un atentado fallido contra Gaddafi. En 1986, ya sin miedo ante la URSS de la Perestroika, bombardean Trípoli y Bengasi.
1992-1999
A partir de 1992, una vez eliminados los regímenes socialistas del este de Europa, la ONU, controlada ya sin oposición por EE.UU. y sus aliados, decreta un embargo a Libia tras considerar a su gobierno responsable del atentado de Lockerbie. En 1993 lo endurece aun más. Tras el embargo, en pocos años, la economía de Libia, dependiente totalmente de los hidrocarburos, se tambalea.
1999-2009
Ante la situación económica insostenible y la probable inminencia de una invasión como la de Irak, Gaddafi decide pactar una especie de rendición con EE.UU. y sus aliados. En 1999 la ONU levanta las sanciones. En 2004 lo hace EE.UU. A cambio, Libia renuncia a su proyecto de generar energía nuclear y, desde 2005, saca a subasta los pozos petrolíferos hasta entonces públicos y establece un nuevo ARP, mucho más ventajoso para las multinacionales. En ese 2005 anuncia dos subastas, en 2006 otra y en 2007 otra más. Decenas de empresas petrolíferas, entre ellas Repsol se lanzan al gran pastel y Gaddafi es recibido amistosamente por los gobiernos que antes lo declaraban terrorista.
Esta historia es de sobra conocida y puede consultarse en cualquier lugar, por ejemplo en Wikipedia.
2009-2011
Ahora toca explicar por qué de pronto todo cambia, por qué la denominada "comunidad internacional" vuelve a pedir el derrocamiento de Gaddafi, de ese que hasta ayer era su amigo. Mucha gente piensa que es porque ha habido una revuelta cívica. De entre ellos se distinguen dos grupos.
-Los de derechas, como los articulistas de ABC o El País, piensan que el objetivo de esa comunidad internacional es ayudar al pueblo libio a cumplir sus justas aspiraciones de democracia y libertad. Esto no lo voy a rebatir, porque asumo que los que leen este blog se reirán ante semejante explicación.
-Los de izquierdas, como Santiago Alba, piensan que el objetivo de esa comunidad internacional es aprovechar la justificada revuelta popular para invadir el país y expoliar por completo sus riquezas.

Lo que aquí sostenemos, sin embargo, es que en Libia no ha habido una revuelta que pueda ser denominada popular y justificada
De hecho, negamos que la revuelta haya sido popular. Pero para demostrar esto sería preciso recurrir a pruebas fácticas irrefutables. Y esas pruebas son de las que, por desgracia, casi nunca se dispone en sucesos como estos. Tenemos de ello indicios muy claros, como el repentino e inexplicable potencial militar del que gozan los rebeldes, y algún otro que se verá a continuación. Así que nos veremos obligados a demostrar que la revuelta no es justificada. Lo cual, en realidad, constituirá el mejor indicio de que tampoco es popular, pues es poco probable que el pueblo se rebele contra sus propios y evidentes intereses.

Las pruebas que presento, como no podía ser de otra manera, proceden de internet. Hubiera estado bien poder acceder a la página web de la compañía NOC, pero, sintomáticamente, está caída, al menos cuando escribo este post. Pero en esta otra página tenemos todo lo necesario:
Se trata de Energy-pedia News, una web dirigida a personas interesadas en el mundo de los grandes negocios relacionados con la energía. En ella hay una completa recopilación de noticias para inversores y empresarios del sector. Si pulsamos en el margen, accederemos a las News by region, desde donde podemos buscar noticias sobre Libia para un determinado año. Nos interesan las noticias desde 2009 hasta hoy. Si les damos un vistazo rápido observaremos que menudean las que se refieren a nuevos hallazgos petrolíferos en diversas regiones, tanto del desierto como del mar. También, sobre todo conforme más nos acercamos a nuestros días, figuran noticias sobre rescisiones de contratos de explotación a diversas compañias. Hay un grupo de noticias muy curioso que va desde mediados del año 2010 hasta casi el día de antes de la revuelta en las que se nos cuenta que BP no hace más que posponer la prospección marítima que estaba anunciada para 2010. Ciertamente, esto no es una prueba fehaciente de que BP ya sabía que iba a haber una revuelta en Libia, pero desde luego se trata de una notable casualidad.
Pero las noticias que más nos interesan yo creo que son éstas tres:

25 de Enero de 2009. Gaddafi estudia la nacionalización de las compañias petrolíferas extranjeras.
(extractos traducidos de la noticia)
El líder libio Muammar Gaddafi dijo el pasado miércoles que su país y otros exportadores de petróleo están considerando nacionalizar las empresas extranjeras, dado el descenso del precio del petroleo. (...) "No podemos adherirnos a las regulaciones de la OPEP porque nuestro sustento depende del petróleo." (...) El principal periódico del estado, generalmente considerado como el portavoz del propio Gaddafi, dijo que el Congreso Popular, el máximo órgano legislativo y ejecutivo, debería votar la nacionalización de las empresas extranjeras en la sesión que tendrá lugar dentro de unos días. (...) "Los países exportadores de petróleo deben tender a la nacionalización (...) No nos podemos permitir vender a precios tan bajos." Los rumores sobre nacionalización comenzaron a raíz del informe para 2008 de la NOC cuyos expertos sugerían la necesidad de modificar la política basada exclusivamente en ARPs. Algunos diplomáticos afirmaron que se trataba de una amenaza para presionar a las empresas petrolíferas de cara a las próximas negociaciones.

16 de Febrero de 2009. Gaddafi instó a los libios a que apoyen su plan para recuperar los ingresos del petróleo.
(extractos traducidos de la noticia)
El líder libio Muammar Gaddafi pidió el sábado a los libios que le apoyaran en su propuesta de destituir al gobierno y entregar los beneficios del petróleo directamente a los 5 millones de ciudadanos del país. Su plan de entregar los ingresos del petróleo directamente a los libios se ha encontrado con la oposición de los altos cargos, que se verían abocados a perder sus puestos de producirse la purga que Gaddafi quiere llevar a cabo para terminar con lo que él denomina estado de corrupción persistente y generalizada. Cargos como el Primer Ministro Al-Baghdadi Ali al-Mahmoudi y el Gobernador del Banco Central, Farhat Omar Bin Guidara, advirtieron a Gaddafi en Noviembre que su proyecto terminaría dañando la economía del país miembro de la OPEP.
"No tengáis miedo de tomar directamente el dinero del petróleo y la responsabilidad de crear las estructuras de gobierno necesarias para el bien de nuestro pueblo." dijo Gaddafi a los representantes del Congreso Popular Libio. El Congreso Popular es la espina dorsal del régimen de la Yamahiriya libia. Constituye el máximo órgano ejecutivo y legislativo. Representa al pueblo a nivel regional y local y vota las leyes y las decisiones políticas del gobierno. (...) Muchos libios afirman que no se han beneficiado del aumento de la producción petrolífera y la inversión extranjera desde que en 2003 terminó (...) su aislamiento internacional. (...) "La administración ha fallado y la economía estatal ha fallado. Ya está bien. La solución es que nosotros los libios nos apropiemos directamente del dinero del petróleo y decidamos qué hacer con ese dinero." dijo Gaddafi, en un discurso retransmitido por la TV pública. Gaddafi urgió a una profunda reforma de la burocracia gubernamental, afirmando que el sistema ministerial tenía que ser desmantelado para librar a los libios de la corrupción y la mala gestión. "Estos ministerios deben devolver al pueblo la propiedad de todas las escuelas, fábricas, granjas, de todas las empresas públicas y el dinero del petróleo."

4 de Marzo de 2009. El Congreso retrasa el plan de reparto de petróleo de Gaddafi.
(extractos traducidos de la noticia)
El Congreso Popular de Libia (...) ha votado retrasar el plan de Gaddafi de disolver el gobierno y entregar el dinero del petróleo directamente al pueblo. (...) Existe una inusitada atmósfera de oposición entre los altos cargos del gobierno, que consideran que semejante plan causará estragos en la economía nacional, provocando el descontrol de la inflación y la fuga de capital. El propio Gaddafi advirtió a los libios que el plan, que promete rentas de hasta 23.000 dólares anuales para el millón de ciudadanos con menores ingresos, podría provocar al principio un cierto caos. "No tengáis miedo a experimentar nuevas formas de gobierno" dijo, antes de proceder a la votación y advirtió: "Este plan es para ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos. Si lo hacéis fracasar, yo me lavaré las manos, pues será responsabilidad vuestra." (...) En las votaciones efectuadas (...) solo 64 de los 468 miembros del Congreso del Pueblo votaron por el plan de apropiarse del dinero inmediatamente. 251 aceptaron el plan en principio, pero pidieron que se retrasara hasta que fueran tomadas las medidas apropiadas. (...) Esto permitirá retrasar el proyecto por lo menos unos cuantos meses, dando así tiempo a desactivarlo.


Creo que la lectura de estos tres artículos sorprenderá a más de uno. El Gaddafi tirano, estalinista, napoleónico, proburgués y capitalista del que nos han hablado los medios de izquierda aparece aquí, en estas noticias escritas por y para consumo más bien privado de capitalistas, como un radical comunista dispuesto a cargarse hasta el aparato burocrático de su gobierno y a realizar un reparto directo de la riqueza nacional. Vemos cómo la oposición a Gaddafi surge precisamente de entre las élites políticas y no del pueblo. Vemos cómo el Congreso Popular logra aplazar unos meses el plan de Gaddafi de repartir la riqueza directamente al pueblo, una vez nacionalizado el petróleo. Y vemos cómo tras esos meses, aparecen grupos armados dirigidos por un ex-ministro afirmando representar al pueblo.
¿Alguien puede creer que el pueblo libio va a oponerse a este plan, va a levantarse en armas para pedir la cabeza de quien se ha atrevido a proponer la nacionalización del petróleo y el reparto directo de sus beneficios a todos los libios?
Leyendo estas noticias ¿puede todavía un marxista mantener que las revueltas en Libia, o mejor dicho, que el golpe de estado en Libia, es popular y justificado?



Y desde ácratas.net
Publican esto que lo pongo porque no tiene desperdicio.

Aunque Gaddafi aseguró que no serían soldados del Ejército, sino sólo policías y unidades de lucha contra el terrorismo los enviados a Bengasi para desarmar a los partidarios de la oposición, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, llamó a sus homólogos británicos y franceses para hablar de negocios y pactaron los tres que Libia debía cumplir una nueva resolución del Consejo de Seguridad. El huésped de la Casa Blanca advirtió que la violencia contra la población civil en Libia debe cesar, escamoteando que esa violencia viene de "los rebeldes para la democracia", que son verdaderos terroristas armados por los países occidentales.

Sólo unos pocos días de negociación han sido suficientes. Diez de los quince países en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votaron a favor de una resolución sobre Libia que permite a la comunidad mundial "tomar todas las medidas necesarias" para proteger a los civiles, lo que significa para proteger los intereses occidentales en el petróleo libio. Como la resolución excluye, sin embargo, "una fuerza de ocupación extranjera de cualquier tipo en cualquier parte del territorio libio", la intervención inmediata de las fuerzas de la OTAN será bombardeando blancos de superficie, incluidos los grupos de tanques y la infantería.

La hipocresía de los políticos es de dimensiones inentendibles. Rusia, Brasil, China, Alemania y la India se limitaron a abstenerse en la Votación del CSNU. Si mantienen la boca cerrada, EE.UU. no pondrá sus botazas sobre en ellos. Después del terremoto japones, los países BRIC y Alemania prefieren salvar sus bolas y sus nucleares, en lugar de bloquear Obama, Cameron y Sarkozy en el Consejo de Seguridad, que ya se habían puesto de acuerdo para atacar a Libia. La servil Italia del pederasta Berlusconi cederá su base aérea militar de Sigonella, en Sicilia, la más cercana de la OTAN a Libia. Como advirtieron los medios de comunicación, el Pentágono se había estado preparando para algún tipo de acción contra Libia, así que Gran Bretaña y Francia pretenden actuar de inmediato, pues saben que el primero en llegar se lleva la mejor parte. ¿Y qué pasa con España? Nada: a quien nada tiene, nada le importa.

Según los expertos, la intervención militar sólo exacerbará la violencia en Libia. Miles de civiles van a morir, igual que ocurrió en los bombardeos de la OTAN contra Serbia. Pero ésa es precisamente la intención: destruir por completo todo orden civil, como en Irak. El fin justifica los medios. Una vez más, la actividad humanitaria encubre sólo el robo de petróleo. La guerra no determina quién tiene razón, sino quién vive para contarlo.

repito:

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