miércoles, julio 27, 2011

Las bondades de la bicicleta:


El famoso novelista del género de ciencia ficción H. G. Wells, llegó a escribir que “cada vez que veo a un adulto sobre una bicicleta, dejo de desesperarme por el futuro de la raza humana”. Si Wells tiene razón, el porvenir de la Tierra depende de que cada día haya más ciclistas, ya sea por la sostenibilidad, por la no dependencia del petróleo o por la salud de las personas. En este sentido, podemos ser optimistas, porque desde que el primer ser humano se puso en equilibrio sobre este invento de 1885, otros muchos lo han seguido. Sobre el planeta Tierra ruedan actualmente más del doble de bicicletas que coches. En el año 2007 se fabricaron en todo el mundo unos 130 millones de bicicletas, mientras que la producción total de coches en ese mismo año fue de unos 52 millones. Este medio de transporte es tan popular en China, India y todo el sureste asiático, como en Dinamarca, Bélgica, Holanda, Suecia o Finlandia.


Se dice que cuando un grupo de personas medita a la vez, se produce una beneficiosa resonancia que afecta a toda la humanidad. Es posible, que al pedalear se consiga un fenómeno similar. En Europa la “epidemia” se extiende desde el norte, donde millones de personas se mueven en bici pese a la lluvia y el frío, hasta el sur, donde su uso es un placer durante todo el año. Afortunadamente, la fiebre de la bici está llegando a España. Cuando el ayuntamiento de una ciudad como Barcelona se planteó montar un servicio de alquiler de bicicleta, pensó que con 15.000 habría suficiente. En pocas semanas 80.000 barceloneses se las disputaban pacíficamente, y ahora son más de 200.000 los usuarios que transitan sobre ellas por la ciudad condal. El éxito catalán ha llevado a que se implanten sistemas similares en Victoria, San Sebastián, Zaragoza, Mallorca, Valladolid, Sevilla y Pamplona, entre otras ciudades españolas.


El perfil del ciclista urbano se ha universalizado. Cada día aparecen en las calles nuevas clases de ciclistas que respetan los semáforos y a los peatones, no se arriesgan a colarse entre los coches, visten de traje y corbata cargando con su maletín en la bandeja de la bici, transportan las compras poco pesadas en la cesta del manillar, o arrastran los remolques para transportar a niños. El ejemplo de estos neociclistas, incentiva a muchos conductores de vehículos a motor a dar el paso de moverse también en bici, multiplicándose este efecto exponencialmente. Si observamos atentamente las conductas de estos neociclistas, podremos comprobar con el tiempo cómo, por efecto del milagroso pedaleo, son cada vez más informales a la hora de vestir, manejan la bici cada vez con más soltura y alegría, y sobre todo, como sus cabezas comienzan a llenarse de brillantes ideas para llevar una vida más sostenible. Esto no es ninguna fantasía, es algo que está ocurriendo. Siempre habrá que agradecer a los pioneros ciclistas radicales que se arriesgaban entre los coches y se manifestaban ante las autoridades locales por su papel inspirador, pero los que más contribuirán en la salvación del planeta son la gran masa de seguidores tímidos y tardíos.


Las leyes más simples de la física y de la economía son indiscutibles. La bicicleta es un medio de transporte extraordinariamente eficiente en términos de transformación de la energía en movimiento. El ser humano no tiene otra manera más eficiente de autotransportarse a mayor velocidad. Con la misma energía que gasta andando, se mueve cuatro veces más rápido en bici, debido a que el 99% de la fuerza que aplica el ciclista sobre los pedales, llega sin pérdida al eje trasero. Si se compara con otros medios de transporte, la bici gana con creces porque es mucho más económica, no contamina y ahorra tiempo en las distancias cortas. En las áreas urbanas, los desplazamientos de menos de cinco kilómetros son igual de rápidos o incluso más que si usamos otros medios de transporte. De hecho, si se incluyen los tiempos que se emplean en encontrar aparcamiento o en desplazarse hasta la parada de metro o autobús, más los tiempos de espera, casi siempre la bici resultará más veloz.


Ahora bien, la velocidad y el ahorro económico-ambiental que supone la bici no son sus únicas ventajas. En relación a un coche, ganamos el tiempo que se dedica a su repostaje, su mantenimiento y sus visitas periódicas al taller, pero sobre todo ganamos mucho tiempo al tener que trabajar menos por no tener que pagar mensualmente el préstamo firmado por su compra, ni los gastos de mantenimiento, seguro, limpieza, taller, multas e impuestos. Diversos cálculos rigurosos estiman que una persona debe trabajar, como media, al menos un día a la semana o una hora y media al día, para pagar su automóvil. A los costes personales del vehículo a motor, habría que sumar su repercusión sobre el medio ambiente y la sociedad. Entre todos pagamos la construcción y mantenimiento de las crecientes infraestructuras para la circulación de vehículos a motor, el sueldo de los agentes de tráfico, las indemnizaciones y pensiones para los heridos y familiares de fallecidos en accidentes de tráfico, así como los costes sanitarios para la recuperación de los accidentados y de los que enferman por la inhalación directa de los gases que emiten los vehículos. La bicicleta ahorra buena parte de este rosario de enormes gastos y mejora, la fuerza, la resistencia muscular, y la salud en general, además de permitirnos una mejor relación con el entorno, pues mientras pedaleamos, podemos admirar el paisaje o escuchar el canto de los pájaros.


Uno de los principales impedimentos para desplazarnos en bici es el temor a caernos o tener un accidente. Ese temor, es también un aspecto más de la cultura del miedo general en la sociedad occidental, especialmente en los entornos urbanos. Prueba de ello es que el temor a pedalear varía mucho en función de la clase social, la edad, el país o el momento histórico. Una de las principales responsables de este tipo de miedo es la industria del automóvil, que otorga al vehículo a motor el privilegio de ser cada vez más rápido y “seguro”. Esto encaja perfectamente en nuestra cultura de la individualidad, la seguridad, la velocidad y la imagen. Sin embargo, en la misma medida que aumenta la seguridad del conductor, disminuye la de quienes están fuera del vehículo. Mientras que dentro se está cada vez más protegido por estructuras resistentes y airbags, peatones y ciclistas quedan cada vez en inferioridad de condiciones. La potencia y rendimiento de los nuevos motores, así como el confort y la seguridad de viajar dentro de un coche, invitan a muchos a viajar más rápido y más lejos. Sin embargo, por mucho que nos quieran seducir o engañar, está demostrado que ir en coche y no pedalear sigue siendo mucho más arriesgado para la salud. Abandonar una vida sedentaria y combatir las causas del miedo son enormemente saludables.


En Europa, a partir de la década de 1930 se expropió la calle a los peatones para entregársela a los coches. Los accidentes son la consecuencia de esta política que continúa favoreciendo al más fuerte y más rápido. Los débiles, como ocurre por ejemplo en las calles de Barcelona, son señalados como culpables de su propia desgracia, recordando a los peatones mediante pintadas o señales sobre el asfalto, el número de fallecidos en determinado lugar por cruzar en rojo. Afortunadamente, debido a las cada vez más numerosas protestas y manifestaciones por los accidentes de tráfico, el ruido de los vehículos y la excesiva polución ambiental, algunas ciudades están viéndose obligadas a dar la vuelta a la estrategia del miedo. En barrios de Copenhague, Bruselas, Amsterdam o Malmö, el peatón tiene preferencia absoluta, seguido de la bici y por último el coche. Se ha demostrado que a mayor número de ciclistas en una ciudad, más seguros están. En la ciudad holandesa de Drachten han llevado la revolución vial hasta sus últimas consecuencias, suprimiendo todos los carriles sobre el asfalto, semáforos, señales, pasos de cebra,… Es el mejor ejemplo de que la anarquía a veces funciona, según dice el ingeniero de tráfico Hans Monderman. Seis mil coches, 45.000 peatones y más de 10.000 bicis conviven diariamente con dos normas básicas: el respeto mutuo y evitar circular por encima de los 30 kilómetros por hora (en la ciudad de Madrid, la velocidad media es de 23 km/h y de solo 9 km/h en el centro). En Drachten, toda persona que se desplace a pie o en cualquier tipo de vehículo, tiene que estar atenta a lo que hacen los demás, siendo totalmente responsable de sus actos. Este modelo, o parecido, se sigue también en Oosterwolde (Francia), Bohmte (Alemania), Wiltshire (Inglaterra) y en el barrio londinense de Kensington. Son lugares donde se ha apostado por la teoría del espacio compartido y donde los accidentes se han reducido entre un 30 y un 40 por ciento. Para llegar a esta situación casi ideal, el camino más corto es que cada vez haya más personas que pierdan el respeto a montar en bici por las calles. Entonces, a las ciudades no les quedarán más remedio que adaptarse a la nueva demanda y transformar sus infraestructuras viales.

domingo, julio 10, 2011

Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo.

Medio Pan y un Libro.

Locución de Federico García Lorca


"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.


Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.

jueves, julio 07, 2011

Formarse * Los germinados en casa

Los germinados son alimentos vivos. Su riqueza en enzimas, clorofila, aminoácidos, minerales, vitaminas y oligoelementos los convierte en alimentos de alto poder nutricional.

Por su fácil digestión, los germinados son ideales para desintoxicarse y recuperarse de enfermedades. También son ideales para dietas hipocalóricas, ya que aportan muy pocas calorías, por ejemplo 100 grs. de brotes de soja tienen 30 calorías. Son una excelente opción donde las verduras y las hortalizas escasean por costo económico o factores climáticos.

La semilla tiene como estructura básica el germen o embrión y una reserva nutritiva que lo alimentará para que se convierta en la futura planta, todo ello recubierto de una envoltura protectora que es la cáscara o tegumentos. La germinación es el conjunto de fenómenos o cambios que se producen en una semilla para que el embrión pase de la vida latente a la vida activa, es decir, para que brote la nueva planta. En este proceso las enzimas se activan y los principios vitales antes contenidos en la semilla aumentan su biodisponibilidad, por lo tanto al consumir los brotes se aprovechan mejor sus nutrientes. La presencia de clorofila, con una función análoga a la hemoglobina, llevando oxígeno a las células, tiene acción desintoxicante y regeneradora del organismo.

Germinados se pueden producir y conservar en nuestra propia casa de forma sencilla:

1. Poner en remojo las semillas en un frasco de cristal. Se cubrirá con una gasa sujeta por una goma elástica. Deben ser semillas de alta calidad biológica que no hayan sido tostadas o congeladas y el recipiente debe ser necesariamente de vidrio y de boca ancha. Se puede utilizar cualquier semilla, las más apreciadas son las de soja verde, alfalfa, trigo, cebada, avena, calabaza, girasol, sésamo, berro y rabanito. El tiempo de remojo oscilará entre 8 a 15 horas dependiendo de la dureza de la semilla.

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2. Transcurrido el tiempo de remojo se quita el agua y se enjuagan las semillas.

3. Se deja el frasco en un lugar cálido y oscuro. Debe procurarse que esté inclinado para facilitar la salida del exceso de agua. Mantener las semillas húmedas porque mucha agua o poco aire podrían crear hongos y moho.

4. Dos o tres veces al día es necesario enjuagar los granos escurriéndolos posteriormente y colocando el bote de nuevo boca abajo. Esto deberá hacerse entre 2 y 5 días, momento en el que comienzan a verse los brotes.

5. Cuando los brotes tengan 2 o 3 cms. de largo se expondrán a la luz solar indirecta durante unas 2 horas para que las hojas se pongan de color verde, es decir, para que se forme la clorofila, favoreciendo el aumento de la vitamina C.

6. Terminado el proceso de germinación los brotes se pueden guardar en la heladera, bien escurridos y secos, donde se conservarán sin problema durante más o menos una semana, se recomienda hacer cantidades frecuentes de germinados, porque tienden a hacerse rancios al guardarlos por mucho tiempo.

Cualquier semilla de leguminosa o grano de cereal puede ser germinado, aunque, los más apreciados por su ternura y buen sabor son los brotes de: legumbres (porotos mung, soja, alfalfa), cereales (trigo, cebada) y también de berro, rábano, calabaza, girasol, lino, sésamo, etc.

El sabor es variable, por ejemplo el de alfalfa es muy agradable, el de mostaza es el mas picante y el de trigo tiene sabor dulce por los carbohidratos que contiene.

Respecto de su consumo es mejor comerlos crudos, porque la cocción destruye gran parte de su contenido nutricional. Pueden incluirse en una variedad de platos, como en ensaladas, salteados, tortillas o formando parte de diversos preparados cocidos, en estos se recomienda añadirlos al final para que no pierdan sus propiedades.

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HÁGANLO UNA Y OTRA VEZ!!!!! SERA UNA BUENA ALIMENTACIÓN ,UNA BUENA TERAPIA Y UN BUEN CAMBIO DE CONCIENCIA

Gracias por unirse al gran cambio.



martes, julio 05, 2011

LOS CIUDADANOS GRIEGOS SON ESTAFADOS VILMENTE POR LA MAFIA POLÍTICA Y FINANCIERA. LOS ESPAÑOLES TAMBIÉN. ¡¡LIBERTAD!!




Es una verdadera vergüenza ver como los delincuentes políticos y financieros "exprimen" a los ciudadanos. Primero crean una crisis financiera para asfixiar a la población y luego llegan con sus políticas de austeridad para rematar la faena. Siempre hacen lo mismo. Utilizan los medios de comunicación para hacernos creer que la única solución para resolver su crisis es machacándonos. Nos suben los impuestos y recortan nuestros derechos hasta que nuestro poder adquisitivo y calidad de vida quedan por los suelos. Y luego no solucionan nada. Al revés. Lo que hacen es pedir créditos con intereses altísimos al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial o a otra organización manipulativa, con el único propósito de que sean los dueños de nuestros países. Las deudas externas con cadenas pactadas entre los que nos gobiernan y los demás poderes fácticos, de manera que nuestros impuestos son dedicados en su mayoría a pagar los intereses de estos créditos mientras la deuda se multiplica. ¿Y nos quieren hacer creer que somos libres? ¿Quieren hacernos creer que hacen lo mejor para el pueblo?... ¡¡DESPIERTEN YA!!... ¡NUNCA QUISIERON LO MEJOR PARA EL PUEBLO!. ¡SIEMPRE QUISIERON ENRIQUECERSE A COSTA DEL SUDOR, LAS LÁGRIMAS Y LA SANGRE DE LA GRAN MASA SOCIAL EMPOBRECIDA POR SUS POLÍTICAS CORRUPTAS!.

No paran de provocar a los ciudadanos para que acudan a la violencia y decir que son delincuentes mientras los machacan a palos... Señores políticos, financieros y demás poderes fácticos ¡¡NO SEAN TAN SINVERGÜENZAS, DELINCUENTES Y CRIMINALES!!... Y HÁGANNOS PENSAR QUE TIENEN ALGO DE CONCIENCA... ¡¡LIBERTAD!!