En
términos de la Ingeniería Social se conoce como “noticia globo-sonda”.
Una noticia “globo-sonda” se lanza para “sondear” a la Opinión Pública y
a la vez prepararla para una novedad, sobre todo, cuando se trata de
algo que va a generar un cambio brusco.
En
lo que a los españoles respecta, señala la salida del euro para
incorporarse al “Bricso” (divisa fruto de la unión de las monedas de
Brasil-Rusia-India-China y Sudáfrica) que pasaría a ser la referencia
mundial antes del saneamiento de las economías europea y norteamericana.
Sin
duda alguna que las diferentes plataformas en España (como la Julio
Anguita o la del recién fundado “Movimiento Ciudadano”) que buscan sacar
al país ibérico de la depresión en la que está, tendrán que incorporar
este manifiesto a su programa. Entre otras cosas, porque es la única vía
de salida ahora mismo.
Corto y pego el artículo de Rusia Today, por su importancia.
En la primera parte de
una serie de artículos, Koenig sugería que la introducción de una nueva
moneda, el 'bricso', lanzada por el bloque BRICS, podría frustrar los
planes de EE.UU. de crear un nuevo orden mundial.
En
su más reciente artículo describe cómo se desarrollarían los
acontecimientos en ese hipotético caso. ¿Cómo sería el devenir económico
mundial con el 'bricso'? ¿Cómo afectaría su lanzamiento al dólar? ¿Y a
la población en general? En su artículo, publicado en el portal de
noticias 'The Voice of Russia', Koenig responde a estas y a otras cuestiones y dibuja un panorama mundial radicalmente distinto al actual.
1. Primeras horas de pánico
Las
siguientes 24 horas serían de auténtico desconcierto. Los medios se
volverían locos y la gente sentiría miedo y especularía sobre el futuro
económico, señala el execonomista.
Algunos
se plantearían ir a los bancos, pero ni siquiera podrían cambiar sus
dólares y euros en efectivo en 'bricsos', porque, al menos en un
principio, esta moneda sería virtual. Otros optarían por convertir sus
cuentas bancarias en divisas BRICS., lo que les mantendría a salvo.
También habría personas que continuarían confiando en el dólar.
2. Colapso de los mercados de valores
Pasadas
48 horas, los mercados de valores occidentales se derrumbarían
literalmente, asegura el autor del artículo. Las autoridades optarían
por cerrar los bancos ante el caos ocasionado por la noticia. Diez días
después, la gente, sin dinero para comprar comida y otros artículos de
primera necesidad, tomaría las calles.
Las
entidades bancarias abrirían de nuevo pasado un tiempo, pero solo
durante unas horas al día y con estrictos límites para la retirada de
dinero.
Según
Koenig, visualizar un escenario ficticio como este no resulta tan
difícil en la actualidad. De hecho, uno podría especular que los
sistemas bancarios de la UE y EE.UU. se
han estado preparando para una crisis de tal magnitud, destaca el
autor, mencionando el reciente colapso del sistema bancario chipriota.
3. Abandono del euro
Algunos
Gobiernos europeos, especialmente los de los países más débiles de la
eurozona, estudiarían salir del euro, volver a las monedas que tenían
antes y nacionalizar sus bancos un mes después de la introducción del
'bricsos'. La medida les permitiría imprimir su propio dinero y
estimular la economía local con un sistema bancario nacional que
promovería la producción y el consumo interno, creando así puestos de
trabajo y en definitiva, restableciendo la confianza en la sociedad.
4. Reintroducción del patrón oro
EE.UU.
ordenaría al FMI volver a introducir el patrón oro a una tasa
arbitraria de 2.000 dólares la onza y con un endeudamiento a una
relación de 10:1.
Las
entidades bancarias se dividirán en bancos de inversión y banca
comercial tradicional, lo que supondría el retorno de la ley
Glass-Steagall, que introdujo reformas bancarias y que Bill Clinton
derogó en 1998.
Los productores de petróleo de Estados del Golfo se apresurarían a convertir sus reservas de dólares en
'bricsos' o euros. Cuando los bancos abrieran, el dólar habría perdido
cerca de dos tercios de su valor en relación con el euro y la libra
esterlina.
5. Tratando de acercase al BRICS
A
los seis meses, Grecia, España, Portugal, Italia e Irlanda optarían
por salir de la zona euro y reiniciar su economía con sus propias
monedas, algunos de ellos buscando en silencio una alianza con los
países BRICS.
"En
este escenario, la ruptura de la eurozona se vuelve casi inevitable, ya
que los mecanismos de coerción económica utilizados por la Comisión
Europea se ‘atascarán’ por la crisis resultante", afirma el experto en
su artículo.
"Lo que quedase de la 'economía de mercado' globalizado occidental cojearía", agrega. Sin embargo, los BRICS y
sus dos miembros asociados, Irán y Venezuela, se recuperarían
rápidamente, ya que su nueva moneda les daría un impulso en la economía
mundial.
6. Ampliación del bloque
A
lo largo del primer año, Indonesia y Malasia se unirían al bloque de
los BRICS. El mercado de los países BRICS crecería casi
exponencialmente, no sólo en la producción y el consumo, sino también en
el campo de la investigación, sobre todo de fuentes de energía
alternativas y renovables.
No
depender de combustibles fósiles se traduciría en autonomía política y
allanaría el camino hacia la verdadera democracia y hacia un auténtico
sistema de bienestar. Además, los BRICS y sus aliados lograrían la
autosuficiencia alimentaria.
7. Euro, parte de la cesta ' bricso'
A
principios de 2015, se iniciarían las negociaciones para que el euro se
sumase a la cesta 'bricso'. Los europeos necesitarían vender sus
productos a los países BRICS y comprar hidrocarburos a la espera de que
las energías renovables viables fueran comercializables.
Con el tiempo, subraya Koenig, se acostumbrarían al nuevo sistema, incluso aunque no les gustase.
8. Apostar por el 'brisco', una moneda estable
Nos
situamos en 2015. Los productores de hidrocarburos ya serían
conscientes de que el 'bricso' es una moneda estable que brinda más
seguridad a largo plazo que el dólar.
El
comercio de hidrocarburos en dólares disminuiría gradualmente. A estas
alturas, el 'bricso' contaría con el respaldo de nueve naciones, las
economías de los cinco países que conforman los BRICS, junto con Irán, Venezuela, Indonesia y Malasia. Mongolia, con una economía de rápido crecimiento, también intentaría aliarse con el bloque.
A
medida que más países operasen en 'bricsos', la moneda se fortalecería.
Es más, se convertiría en una reserva sólida y de referencia para
muchas naciones que no integran el BRICS. Además, en este hipotético
escenario, se establecería un impuesto sobre la energía que sería
aplaudido por numerosos países.
9. Creando conciencia
De
2015 o 2016 en adelante, la gente tomaría conciencia sobre la
protección del medioambiente y la justicia social, conceptos clave en la
educación y la cultura. Al mismo tiempo, una nueva forma de pensar
surgiría entre las nuevas generaciones, que serían cada vez más
conscientes de que lo que realmente importa no es lo material, sino la
cooperación, la solidaridad y la paz.
"Los valores materiales siempre tienden a interferir con estos valores humanos sostenibles", asegura el execonomista.
10. Cambio de valores
Desde
aproximadamente el año 2020 se percibiría un importante cambio de los
valores materiales a los de la vida humana. La protección de las
especies, el medioambiente y
los recursos cobrarán cada vez más fuerza. Garantizar una buena
educación y servicios sanitarios para todos será considerado como algo
fundamental, señala el artículo.
El
valor de las economías dejaría de ser lineal, material y medible (como
lo es actualmente con el PIB) e incluiría estándares de bienestar,
entre ellos la capacidad de resolución de conflictos.